domingo, 19 de agosto de 2018

¿Y Maples Arce?


La estatua de Murillo Vidal robada el 17 de septiembre será remplazada por otra que ya se le encargó a la escultora Edith Vázquez.
En cambio, a nadie se le ha ocurrido reponer el busto de Maples Arce que se encontraba en la plazuela ubicada entre González Ortega y José Ortega donde estas calles desembocan en la de Alfaro, frente a la Biblioteca de la Ciudad, y que  fue robado hace años.
El poeta no tiene para el gobierno del estado la misma importancia que el político, aunque se desempeñó como Secretario de gobierno con el gobernador Heriberto Jara y luego hizo carrera en la diplomacia como embajador en Francia y otros países.
Tampoco le interesa al ayuntamiento.
Lo peor de todo es que sus obras  también se han olvidado. 
La UNAM incluye  la  antología del estridentismo de Luis Mario Schneider en su biblioteca del estudiante Universitario, pero aquí no se ha reimpreso el número de La palabra y el hombre dedicado al poeta y sus seguidores.
Aunque se pretende promover la lectura entre los estudiantes de la Universidad Veracruzana, no se ha sabido aprovechar a ese movimiento que puso a Xalapa en el mapa de la poesía moderna y urge una reparación, un desagravio.
No podemos olvidar al poeta que supo expresar la soledad del hombre perdido en el universo:
“Yo soy un  punto muerto en medio de la hora
 Equidistante al grito náufrago de una estrella
Un parque de manubrio se engarrota en la sombra
Y la luna sin cuerda me oprime en las vidrieras”
Y que describió la separación de la amada:
Yo departí sus manos,
pero en aquella hora
gris de las estaciones,
sus palabras mojadas se me echaron al cuello,
y una locomotora
sedienta de kilómetros la arrancó de mis brazos.
Es curioso que al mismo tiempo se festeje a otros poetas que han obtenido diversos galardones.
El muralista Melchor Peredo propuso fundir la estatua de Fox para remplazar el busto del poeta.
Habría que preguntarse más bien si es apropiado erigir estatuas a lo loco.
Hace poco se develó la escultura de un niño considerado el primer caso de gripe AH1N1  y antes la controvertida efigie del obispo y antes la de Fox que un grupo de priístas derribó la noche del  20 de octubre 2008.
También se han develado bustos de Lolita Ayala y Zabludovsky en el Paseo de los periodistas.
Bernardo Luis López Arta sánchez que fundió las estatuas de Fox y el niño “cero”, acaba de hacerle otra a Juanito.
Y no hay que olvidar al perro “Xico” de Cristina Pineda, tal vez la única que tiene valor estético, la única obra de arte, aunque yo creo que funcionaría mejor como un dije al lado de las joyas inspiradas en los sellos encontrados hace unos años en estas tierras.
     O tempora, O mores!
         (Política, 15 de diciembre 2009).                                  

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