miércoles, 26 de junio de 2019

Una antología bloqueada en la UV

Debido a que el Dr. Edgar García Valencia me publicó una antología y las Cartas a Luchting de Ribeyro, hace más de un año le propuse una antología de cuentos y ensayos de Michel Tournier, que traduje, pero actualmente se encuentra bloqueada por el comité editorial, del que forman parte mis colegas Martha Murguia y Norma Angélica.
La antología está integrada por diez cuentos de Le medianoche amoureux, un libro que leí en octubre de 1989, unas semanas después de su publicación, cuando me encontraba en Paris; de vuelta en Xalapa, traduje uno de ellos y se lo envié a Espinasa, que lo publico en la revista Casa de tiempo; luego le envié otro que publicó en La Jornada semanal con una entrevista a Tournier que también traduje.
Y así seguí traduciendo otros cuentos y relatos que me gustaron especialmente.
Y esas traducciones se publicaron el Semanario de Novedades, Textual, que era una revista de El nacional, Plural, la Revista de la Universidad de México la Revista X y otras; algunas se reprodujeron en suplementos de provincia.
Los ensayos son posteriores y se publicaron en Le crespuscule des masques (199 ) y Célébrations (2000), pero uno de ellos también se publicó en Casa del tiempo y otros en Arena, un suplemento del Excélsior, gracias a Claudia Posadas. Desafortunadamente, el comité editorial me ha hecho algunas objeciones al parecer basadas en el dictamen de un traductor que consultaron y hasta el momento no ha aprobado esta publicación. Por ejemplo, consideran que nunca se deben cambiar los nombres de los personajes de los cuentos, y les parece un sacrilegio que a una niña que en el original se llama "Blandine" yo le haya puesto "Clarisa".
El caso es que "Blandine" en español se asocia con "blando", por lo que haría pensar en una niña regordeta y no en la creatura luminosa del cuento, a la que decidí ponerle "Clarisa", que no solo alude a su luminosidad, sino también a su risa y alegría. "El ideal de la traducción poética", según Valéry, "consiste en reproducir con medios diferentes efectos análogos". No basta con traducir un cuento de un idioma a otro, sino que a veces hay que reconstruirlo en otra cultura, y eso es lo que traté de hacer.
Mi traducción de publicó en la Revista de la Universidad de México (1990) con una nota donde explico el cambio de nombre y no hubo objeción, pero el comité editorial es más conservador, y el traductor que consultaron no está al tanto del desarrollo de los Translation Studies, una disciplina que ya cuenta con revistas y otras publicaciones académicas, reconocida en las principales universidades de los Estados Unidos y otros países. (En México, hay una maestría en el Colmex).
Además, me piden una introducción como las de la Biblioteca del estudiante universitario, que me parecen pesadas, pretenciosas y sobre todo contraproducentes, pues al cargar un texto de explicaciones se ahuyenta a los posibles lectores al darles de entrada la impresión de que el texto no es accesible y menos placentero.
No se trata de un manuscrito medieval y ni siquiera de cuentos y ensayos decimonónicos, que requieran una edición crítica, pues los cuentos de Tournier que traduje apenas se publicaron hace
unos veinte o treinta años, por lo que "no requieren mayor elucidación", como diría Borges, y yo me limité a redactar un prólogo a la vez discreto y conciso.
La discusión ya se ha prolongado mucho y lo mejor es sacarla a luz.
Ojala mis colegas acepten mis razones y no se empeñen en ponerle trabas al libro.
La Jornada, Veracruz, julio 6 del 2018

martes, 25 de junio de 2019

Oscurantismo editorial


                                             
Aunque existe un reclamo de transparencia en todos los ámbitos del país, hay focos de resistencia en las universidades, quién lo dijera, y en algunas dependencias de la administración federal, donde se toman en lo oscurito las decisiones sobre qué libros se publican o no. 

El responsable de las publicaciones o su comité editorial solicitan por lo general la opinión de un experto, cuyo “dictamen” es decisivo. 
El editor se lava en esa forma las manos y puede cobrar tranquilamente su sueldo sin tomarse la molestia de leer las obras que se le proponen. 
Si no quiere publicar algún libro, puede pedir un dictamen adverso. 
La editorial se reserva el nombre del “dictaminador”, y éste puede aprovechar la oportunidad para bloquear a un colega o a un escritor que no le simpatiza.
Desde luego, el autor de un libro rechazado puede protestar y señalar inconsistencias en el dictamen, pero por lo general pierde su tiempo y solo se desgasta. 
Es como si a uno lo juzgaran los encapuchados del Ku Klux Klan… y esa es una de las sacrosantas costumbres de las editoriales universitarias.
Hace unos veinte años le propuse un libro, Versiones, a la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, y el dictamen fue completamente adverso.
Me lo entregó Alfonso de María y Campos un día que me dio cita. Yo lo leí ahí mismo y le hice ver que era contradictorio, pues al final decía que mi propuesta era una "reunión azarosa de textos” que no podían integrar un libro, pero al principio reconocía que "A lo largo de las 141 cuartillas de este original el autor es fiel a una hipótesis: la literatura se hace a partir de la literatura; los escritores reelaboran las ficciones (sic) a partir de otras parecidas". 

- Si todos estos escritos se basan en la misma hipótesis, su reunión no es azarosa, le dije. 

De Maria se rió. 

"No te preocupes", dijo, "te lo vamos a publicar". 

Y, en efecto, lo publicó. 

Seguramente ya se había dado cuenta de que el dictamen era demasiado vehemente y contradictorio y además debe haber reflexionado que el autor del dictamen no era más que un asesor, cuya opinión podía aceptar o desechar. 
Su decisión me parece ejemplar, pero la mayoría de los editores se la quitan con que deben “respetar” el dictamen.
Posteriormente, le propuse otro libro a la DGP, La gata revolcada, y otra vez el dictamen fue adverso. Imelda Martorell, que era entonces la responsable, me dijo que ella debía respetar el dictamen, y Jaime Zorrilla que era el Secretario del Conaculta me dijo que a él le gustaba el libro, pero ya estaba por terminar el sexenio y no podía hacer nada.
El libro fue publicado por el IVEC y obtuvo reseñas elogiosas; la Editora de Gobierno se encargó de la reedición. 

Las editoriales deben regenerarse y adaptarse a los nuevos tiempos.
No se deben ocultar los nombres de los asesores a los que se les pide su opinión sobre un libro. ¿Acaso los hospitales se reservan los nombres de los médicos que operan a un paciente?
Desafortunadamente, se tiende a considerar como indiscutible la opinión de los asesores. 

Y así están las cosas.



La Jornada. 20 de agosto 2018





                  
                                                                         

miércoles, 19 de junio de 2019

Recursos desperdiciados en la UV

De acuerdo con las últimas auditorías realizadas, la actual administración hizo un "manejo cuidadoso y honesto de los recursos públicos", pero ¿qué ha pasado con los recursos humanos? ¿No importan?
A pesar de la política de superación académica impulsada por el rector Víctor Arredondo y continuada por Raúl Arias, en la Universidad Veracruzana trabajan 172 académicos que han obtenido un doctorado, pero no tienen puestos de tiempo completo, de acuerdo con información que me proporcionó la Dirección General de Recursos Humanos en respuesta a una solicitud de información que hice por medio de Transparencia.
Los recursos federales que se le asignan a la UV dependen de marcadores como el número de académicos aceptados por el Sistema Nacional de Investigadores, y los académicos que ya obtuvieron un doctorado podrían incorporarse a ese organismo, si tuvieran un puesto de tiempo completo, pero no lo han conseguido y se encuentran por eso mismo bloqueados.
La administración encabezada por Sarita no ha sabido aprovecharlos.
Hay que matizar, desde luego, pues hay doctorados y doctorados. De los 172 académicos mencionados, 21 obtuvieron el grado en universidades del extranjero y de éstos 13 lo hicieron en España, en instituciones como las universidades de Salamanca, Barcelona, el País Vasco, Granada y Almería, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Autónoma de Barcelona; otros, en Francia (Toulouse) o en los Estados Unidos (Pittsburgh); 151 académicos se doctoraron en México en instituciones como la UNAM (7), la UAM (6), el Politécnico (1) o el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (2); 31 en la misma UV, 8 en la Universidad de Xalapa 2 en el Inecol, etc. etc.
La actual administración debe analizar el problema, caso por caso, con los interesados, y tratar de aprovecharlos.
La política de superación académica debía estar "estrechamente asociada a la planeación institucional", según el ex rector Víctor Arredondo, pero al parecer no ha sido así; además, ha sido contrarrestada por quienes elaboraron los tabuladores que se utilizan en los concursos, pues los grados académicos no son muy apreciados y se puede obtener el mismo puntaje por la realización de actividades que no requieren ni de lejos el esfuerzo que implica elaborar una tesis y cumplir con los otros requisitos del doctorado.
Tampoco hay que olvidar las maniobras de los grupos que controlan algunas dependencias.
Al respecto, me escribió el Dr. Arredondo:
"Por otra parte, es preocupante la dinámica interna de algunas juntas y consejos académicos, donde el interés no está puesto en la superación académica, sino en la consolidación de grupos afines cuyo acento es el control, basado en la reciprocidad y la pertenencia de grupo. Se conocen casos desde hace años, donde no se abre la puerta a los mejor calificados sino a los más cercanos, distorsionando el verdadero significado de la legislación universitaria. Sobra decir que esas entidades están destinadas a la simulación y la mediocridad. Y eso le pega muy fuerte al prestigio de la Universidad. La administración central de la universidad debe estar muy atenta a que eso no suceda, a que no se convierta en una práctica común; porque tales anomalías trascienden y repercuten negativamente, en todos los sentidos, incluida la procuración de financiamiento externo y la perspectiva de emprender alianzas de todo tipo.
La Junta de Gobierno debe hacerle ver a las autoridades de la UV que también cuentan los recursos humanos y que no se deben desperdiciar.
Urge revisar los tabuladores de los concursos y los criterios con que asignan las plazas de tiempo completo.
Hay que rescatar la política de superación académica, que es el principal legado de Arredondo y tiene antecedentes importantes en los periodos de otros rectores, como García Barna, que a mí me becó para que hiciera los estudios de doctorado en el Colmex hace ya más de 50 años.
La Jornada. diciembre 10, 2018

Reanimación cultural




Desde que el Hay Festival se trasladó a Querétaro, Xalapa está muy apagada culturalmente, y hay que hacer algo, pero la Universidad Veracruzana es un hoyo negro –en el último ranking aparece en el 17° lugar del país, y va para abajo, pues la rectora cree que le pagan para bloquear a los investigadores y artistas y no para apoyarlos y alentarlos.
En Morelia se celebra desde hace unos 30 años el Festival "Miguel Bernal Jiménez", como un homenaje a ese compositor; en Zacatecas se realiza un festival para recordar a Manuel M. Ponce y otro por Candelario Huízar, y en Durango también hay 2, uno en memoria de Silvestre Revueltas y otro de Ricardo Castro. Además, el Conaculta se gastó 9 millones en el centenario de Moncayo, y Jalisco también le rindió un merecido homenaje a Blas Galindo. Sin embargo, en Veracruz se ha olvidado a Mario Ruiz Armengol y a Eduardo Hernández Moncada, que son los principales compositores de música de concierto nacidos en estas tierras.
Cuando estaba a cargo de la Coordinación Nacional de Música, Gustavo Rivero Weber trató de que los concertistas del INBA se presentaran en Xalapa y Veracruz, de acuerdo con Carlos Miguel Prieto, pero el proyecto no tuvo éxito, por falta de infraestructura.
El pianista polaco Pietr Poleczni hizo un berrinche al ver que en el Teatro Clavijero sólo había un piano de media cola y no era un Steinway.
Todo ha cambiado desde entonces, pues el Teatro Llave de Orizaba se restauró hace unos 5 años con apoyo del PAICE (Programa de apoyo a la infraestructura cultural de los estados) y ahora tiene un Steinway modelo "Boston"; además, se construyó el Foro Boca y también se le dotó de un piano de esa marca, y se acaba de renovar el Teatro Clavijero, al que Fidel Herrera le compró un Steinway; además, en el sexenio de Alemán se construyó el edificio del Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz en cuyo auditorio también se instaló un Steinway, y el entonces gobernador donó el que perteneció y tocaba su mamá; la UV cuenta con la Sala Tlaqná, a donde se trasladó el Steinway que tenía en la Sala Grande del Teatro del Estado, ahora llamada "Emilio Carballido". El Teatro del Estado conserva el Bösendorfer y en la Sala Chica un Steinway, reparado extraoficialmente. Además, la Facultad de Música tiene otro.
Ya no falta infraestructura, falta imaginación y voluntad.
Para empezar, se puede organizar un ciclo de recitales como homenaje a Esperanza Cruz, una pianista originaria de Orizaba que, becada por el gobierno del estado, estudió en el Conservatorio Nacional con Manuel M. Ponce y luego en Francia con Isidor Philip y Alfred Cortot; además, estudió en Berlín con Egon Petri y Alexander Borowski. De vuelta en México, se casó con Vasconcelos, y su hijo ahora es senador.
El año pasado el ayuntamiento de Orizaba gastó un millón de pesos para convertir a esa ciudad en sucursal del Festival Internacional Cervantino, cuando podría tener su propio festival, asociándose con los ayuntamientos de Veracruz, Boca del Río, la Universidad Veracruzana y el Ivec, para no hablar del ayuntamiento de Xalapa, que no tiene la infraestructura de los otros, pero no carece de recursos.
Cuando se celebró el Festival Pablo Casals, en Xalapa sólo había un piano Steinway de media cola, que era el que cargaba Juanote del Colegio Preparatorio al Cine Lerdo, y que se quedó abandonado en ese recinto.
Ese piano, por cierto, que data de los años 40 se debería mandar a restaurar y aprovechar, como el de la Fundación Harp Helú, en Oaxaca, fabricado a principios del siglo XX y restaurado recientemente.
En fin, urge hacer algo para que la otrora "Atenas Veracruzana" brille nuevamente y toda la región se ilumine.
Vamos a ver a quién nombra Sarita en Difusión Cultural, pero además es necesario que se pongan las pilas en la Coordinación Nacional de Música para hacer convenios con los ayuntamientos que podrían pagar algunos gastos.
La Jornada. enero 28, 2019

Procusto en el INBAL

Hace un tiempo señalé que los premios literarios que otorga el INBAL se encuentran racionados, pues no se permite que vuelvan a concursar quienes ya los obtuvieron.
Se trata con esta restricción que apoyar al mayor número posible de escritores, es decir de tener el mayor número posible de beneficiarios. Se trata de una política "clientelar", pues cada voto cuenta. Hay que tener contentos a los mas que se pueda; la calidad literaria es algo secundario.
Con esta política se ha bloqueado a algunos escritores que hubieran podido obtener el premio 2 o 3 veces, quizá más.
Tengo entendido, por cierto, que Sabina Berman obtuvo el de dramaturgia en 3 ocasiones, pues ahí no había esa restricción, y luego se le impidió volver a concursar.
Como se estableció en 1975, el premio de ensayo literario "José Revueltas", ya se le ha otorgado a 48 ensayistas, y, si no se hubiera restringido la participación en el concurso, ese número sería menor.
A lo mejor alguien ya lo hubiera ganado 3 veces, tal vez otros 7 u 8 escritores lo hubieran obtenido en 2 ocasiones; el número de ensayistas premiados sería menor; tal vez se hubiera reducido a 42.
Con la restricción, se ha impedido que destaquen esos ensayistas que lo hubieran podido ganar 2 o 3 veces.
Se les ha nivelado, en otras palabras, de un modo que recuerda a Procusto.
Como es sabido, este personaje era un asaltante obsesionado por la igualdad que se divertía ajustando la estatura de las personas que capturaba, a las que después de desvalijar obligaba a acostarse sobre una piedra.
Si la víctima tenía el mismo largo que la piedra, podía retirarse, pero si los pies sobresalían, Procusto mandaba que le cortaran las piernas. A los que por el contrario eran más cortos que su lecho les mandaba dar una estiradita. Obviamente, muy pocos sobrevivían al "acostón". La naturaleza ha creado la más amplia variedad humana, pero los ideólogos del nazismo pretendían reducir la humanidad a un sólo modelo, el "ario", alto, rubio y de ojos azules, deshaciéndose de quienes no llenaban los requisitos. Durante la Segunda Guerra Mundial se derrotó al fascismo militarmente, pero sus ideas renacen en lugares inesperados. Hace tiempo denuncié su presencia en el Programa de Mejoramiento del Profesorado, que implica la elaboración de un "perfil deseable" al que deben ajustarse los profesores de las instituciones de enseñanza superior del país, y ahora lo encuentro en la política implícita en los llamados Premios Bellas Artes.
Estos premios se otorgan para reconocer y estimular a los escritores, pero a algunos los bloquean, impidiéndoles ocupar el lugar que les corresponde.
Tenía la esperanza de que con la 4-T se eliminara la restricción mencionada o al menos se permitiera volver a concursar a quienes ya obtuvieron un premio después de un plazo que podría ser de diez años.
Desafortunadamente, tengo la impresión de que algunos funcionarios del INBAL no quieren hacer cambios.
La Jornada. marzo 8, 2019

El INBAL y la literatura

A pesar de la anunciada 4-t, hay una tendencia a manejar la Coordinación Nacional de Literatura de manera rutinaria y poco imaginativa.
La política implícita en los premios que anualmente otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes es bastante anacrónica pues se limita a los géneros principales – novela y cuento, poesía y ensayo – olvidando a los géneros marginales, como las biografía, la autobiografía y las memorias, los diarios y epistolarios y los relatos de viaje, así como a la llamada auto ficción.
El INBA se empeña en premiar novelas que poco aportan a nuestras letras y se niega a reconocer la aparición de obras que tienen un importante contenido autobiográfico, como El mago de Viena, de Pitol, y Las genealogias y Yo también me acuerdo, de Margo Glantz, y Coronada de moscas, sobre sus viajes a la India. Además, en los últimos años han aparecido otras obras del mismo género y que incluso han obtenido el Premio Villaurrutia, como Tela de sevoya, de Miriam Moscona y Vida con mi amigo de Barbara Jacobs. Los géneros "marginales" ahora tienden a desplazarse al centro del panorama literario, y, en vez de seguir estimulando la producción de novelas, el INBAL debería reconocer su importancia y auspiciar la producción de otro tipo de libros. Las memorias de Helena Paz y las de su madre sobre su viaje a España en 1937, Mi vida por el mundo de Maples Arce y libros como Nahui Ollin de Adriana Malvido son más importantes para nuestra cultura que muchas novelas.
El caso es que, según Cristina Rascón, "Los géneros periodísticos (como biografía, que usted expone) no son parte de los objetivos de los premios de la Coordinación de Literatura ni del INBAL mismo, ya que desde su creación se enfoca en creación artística y no periodística".
Obviamente, tiene una idea muy restringida de la literatura y de acuerdo con ella ni André Maurois ni Stefan Zweig serían escritores sino periodistas. Yo creo que aunque el INBAL pretenda promover ante todo "la creación artística",
hay que documentarla y auspiciar los géneros considerados marginales.
Por suerte, el rector de la UdeG se dio cuenta de que Arreola nos iba a dejar en cualquier momento, y le pidió a Fernando que lo entrevistara y lo hiciera contar su vida,
pero Memoria y olvido, de Fernando del Paso, debía ser el primero de una serie y no una obra aislada.
Ya se nos han muerto muchos escritores, artistas y personas vinculada con ellos a las que se debió entrevistar.
Se ha perdido así una parte importante de nuestro patrimonio intangible, por negligencia de los responsables del INBAL.
Hay que agradecerle a Silvia Lemus que haya entrevistado a Luis Leal, pero el profesor tenía mucho que contar y merecía todo un libro de entrevistas, como el que se elaboró con las que Cristina Pacheco le hizo a Juan de la Cabada.
Hay que documentar nuestra literatura, aunque no todos los documentos se puedan considerar obras literarias.
Me pregunto, por cierto, qué habrá pasado con la segunda parte de las memorias de Helena Paz.
En fin, la política literaria se ha quedado muy rezagada con respecto a nuestra literatura, y yo creo que no solo se debe poner al dia, sino que debería ir adelante y abrirle paso.
El establecimiento del premio "Margarita Michelena" de traducción a fines del sexenio pasado me parece algo necesario y atinado, y creo que además se debe establecer un Premio de biografía y géneros afines
La Jornada. marzo 30, 2019

Del IVEC a la Secretaria de cultura (¿Reestructuración o cambio de nombre?)

El Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec) se ha convertido de la noche a la mañana en Secretaría de cultura, pero al parecer se trata nada más de un cambio de nombre y no habrá una re-estructuración, por no decir "reingeniería", digna de "la cuarta transformación" prometida.
La transformación del Instituto Veracruzano de Cultura en Secretaría de cultura recuerda la "reingeniería" de Fidel Herrera, que estableció una Secretaría de Turismo y cultura y pretendía que el Instituto Superior de Música formara parte de esa dependencia, pero se encontró con la oposición de Antonio Tornero, que fungía como director del instituto y cuya voluntad se respetó. Ahora sin embargo no se trata de una Secretaría de Turismo y cultura, sino de una Secretaría de cultura, a secas, que debería incluir al Instituto Superior de Música y a los Grupos artísticos de la Secretaría de Educación, pero esto es más complicado.
Los integrantes de los Grupos artísticos, fundados por Roberto Bravo Garzón, no tienen plazas como tales, sino plazas de profesores, y se supone que han sido comisionados a los grupos, por lo cual puede resultar complicado su traslado a otra dependencia.
No hay que olvidar además a la Editora de Gobierno, una dependencia de la Secretaría de Gobierno, que también podría integrarse a la de Cultura.
Y tampoco hay que olvidar a Radio Televisión de Veracruz, pues también debería integrarse a la nueva Secretaría de cultura.
Si todas estas dependencias se integraran a una nueva Secretaría de Cultura, el Ivec debería seguir operando como tal, del mismo modo que a nivel federal el Inba y el INAH operan dentro de la Secretaría de cultura.
Al integrar estas dependencias, se estaría dando un paso importante hacia la transformación del país, pues al trabajar juntas podrían cumplir de manera más eficiente con la misión de "Preservar, promover y difundir cultura, por medio de la participación amplia y plural de la ciudadanía para fortalecer los valores y el patrimonio cultural de los veracruzanos". Desafortunadamente, lo más probable es que nadie haya pensado en esto y todo se reduzca a un cambio de nombre. Peña Nieto convirtió al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en Secretaría de cultura, pero luego se le recortó el presupuesto y al final no se le dio más importancia. Todo se redujo a maquillaje para simular que se le iba a dar más importancia a la cultura y no de una verdadera transformación.
En cuanto al Ivec, solo se dijo, pero al parecer ya se olvidó, por suerte, que la sede se trasladaría a Tlacotalpan, un verdadero desatino, pues ese traslado implica gastos, y el problema del Ivec ha sido siempre la falta de recursos que se malgastarían en una mudanza.
Lo que hace falta es darle más apoyo a los artistas veracruzanos, pues las becas del Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico de Veracruz no se han
incrementado, y el tiraje de las publicaciones que hace unos 8 o 9 años era de mil ejemplares se redujo a 500, por lo que ese apoyo a los investigadores y escritores ahora es ridículo.
En vez de malgastar en un una mudanza innecesaria y absurda, hay que aumentar el número y monto de las becas, así como el tiraje de las publicaciones o al menos el de la colección "Voladores".
URGE rescatar el legado de los principales creadores veracruzanos. Hace poco se reeditaron algunas obras de Jorge Cuesta, pero ese libro deja mucho que desear, pues entre otras cosas solo tuvo un tiraje de 500 ejemplares – el Ivec no distingue entre un poeta consagrado y los del montón. No ha hecho nada por el Chango Garcia Cabral, y las Danzas cubanas de Mario Ruiz Armengo, publicadas por el Ivec en 1990, gracias a las gestiones de Alejandro Corona, se agotaron hace años y hay que reimprimirlas; además, se deberían publicar las partituras de su sonata y otras obras suyas para piano y música de cámara.
No tiene caso cambiarle nombre al Ivec; lo que hace falta es darle recursos para que pueda realizar más actividades culturales y cumplir con su mision.
La Jornada. abril 26, 2019

Noticias de la UAM

Hace unos días le pregunté a un colega que trabaja en la UAM si creía que la huelga que paralizó a esa institución había valido la pena, y me contestó:
La universidad estuvo secuestrada por el sindicato (SITUAM) durante tres meses, y tuvo como rehenes a 58 mil estudiantes y más de tres mil académicos.
El SITUAM es un sindicato rabiosamente anti-académico, pero conserva la titularidad del contrato colectivo de todos los trabajadores de la universidad. En la huelga de 2008 se creó un sindicato del personal académico (SPAUAM), pero al terminar la huelga todos los académicos se olvidaron de afiliarse. La huelga de 2019 fue consecuencia de esta indolencia.
En la UAM (y en todas las universidades públicas del país, incluyendo la UNAM) no hay jubilación digna para los académicos, pues se pierden las becas y estímulos cuando te jubilas, ya que no forman parte del salario. Eso significa, en mi caso, perder el 72% de mis ingresos. Yo tenía que haberme jubilado hace 5 años. El promedio de edad de los académicos en la UAM es de 57 años y sigue subiendo. Desde 1989 (cuando se crearon las becas y estímulos) no se ha abierto ninguna plaza para profesores de tiempo completo en la universidad. Cuando un profesor fallece, su plaza se divide en varias plazas de outsourcing (subcontratación) para Tiempo Parcial y Medio Tiempo, con salarios que corresponden al diez o veinte por ciento de una plaza de tiempo completo, aunque sean profesores que cuentan con doctorado, y que podrían ocupar una plaza de tiempo completo.
Pero lo terrible es que en la UAM, gracias a este sindicato, hay dos empleados administrativos (es decir, secretarias, trabajadores de limpieza, etc.) por cada académico, mientras que en la UNAM hay dos académicos por cada administrativo... Es decir que hay un exceso de 4,500 de los 6,000 trabajadores no académicos de la UAM, pues su trabajo es innecesario y sólo significa un enorme negocio para el sindicato.
Por suerte, hace unos días el senado aprobó la nueva Ley Federal del Trabajo. Si esta Ley se aplica al SITUAM, éste debe ser declarado como un sindicato fuera de la ley, ya que su método de votación se opone al voto universal y secreto. El sindicato tendrá que ser sometido a un Tribunal Sindical Trinacional, ser declarado como ilegal y desaparecer. Además, en los próximos meses se organizará un Congreso Universitario en la UAM para replantear la universidad, incluyendo su vida sindical.
Y eso es lo que me escribió.
La Jornada. mayo 15,2019

Una iniciativa de Ley Organica… de risa.

La iniciativa de Ley orgánica de la UV que se ha enviado a la legislatura me parece poco clara, pues no veo, por ejemplo, quién debe elaborar el presupuesto.
La ley orgánica de la Unam establece que le corresponde al Patronato de esa institución:
Formular el presupuesto general anual de ingresos y egresos, así como las modificaciones que haya que introducir durante cada ejercicio, oyendo para ello a la Comisión de Presupuestos del Consejo y al Rector. El presupuesto deberá ser aprobado por el Consejo Universitario.
Más claro ni el agua, pero en la iniciativa que ya se le envió a los diputados no encuentro nada que tenga esa precisión.
Por ejemplo, en el Artículo 12, la Comisión de Vigilancia Financiera y Control Patrimonial del Consejo Universitario General se designa "Para supervisar la administración del patrimonio y del presupuesto de la Universidad ", pero no dice que esa comisión sea la encargada de formular el presupuesto anual.
En cuanto a la Comisión de Presupuestos, tiene atribuciones para "Dictaminar sobre el proyecto de presupuesto de ingreso y egreso, en los términos de la reglamentación correspondiente" y también para "Conocer y aprobar, en su caso, las modificaciones al presupuesto de ingreso y egreso realizadas por el Rector, durante el año en ejercicio", pero tampoco veo que le corresponda elaborar ese presupuesto.
El rector tiene, entre otras atribuciones, la "Someter a la aprobación del Consejo Universitario General el proyecto de presupuesto anual de ingresos y egresos de la Universidad Veracruzana", pero no se aclara quién es el responsable de elaborar el proyecto de presupuesto mencionado.
Es cierto que también se le asigna la tarea de ""Planear, organizar, dirigir y controlar las actividades realizadas por la Universidad Veracruzana para el logro de las funciones sustantivas establecidas en esta Ley", lo cual incluye seguramente elaborar el presupuesto, pero esto no es explícito.
Imaginemos una reunión de la Comisión de Presupuestos o de la de Vigilancia Financiera para "Dictaminar" sobre el proyecto de presupuesto o para "Supervisar la administración del mismo", según el caso, pero en la cual de pronto se descubre que nadie tiene el famoso presupuesto, pues esta iniciativa de ley no estipula quién debe elaborarlo.
Tuve que llamar a la Secretaría de Administración y Finanzas para averiguar que una dependencia, la Dirección de presupuestos, es la que se encarga de hecho de integrar el presupuesto anual de la universidad .
La falta de claridad de la iniciativa de ley orgánica que ya se envió a los diputados procede de la ley todavía vigente, que es la que tenían presente quienes elaboraron la iniciativa; si le hubieran echado un ojo a la ley orgánica de la Unam, se hubieran dado cuenta de que algo faltaba. Por eso este detalle es revelador. La comisión que elaboró el anteproyecto no se tomó la molestia de ver la ley orgánica de la Unam. La iniciativa por eso es muy chambona.

La Jornada. mayo 28, 2019

Premios y ninguneo en la UV

Anualmente, la UV otorga el Premio al Decano a seis académicos, que se podría pensar que son los más destacados, pero no es así, y en realidad se ningunea a otros investigadores que han obtenido reconocimientos importantes extra muros. Como respuesta a una solicitud de información, hace unos días obtuve el dictamen del jurado y las semblanzas de cinco de los académicos que obtuvieron los Premios al Decano 2019. Faltó una, que por descuido no incluyeron. De cualquier modo, las semblanzas de los galardonados revelan que no se le dio mucha importancia a los principales reconocimientos que puede obtener un profesor o investigador en México, es decir las becas del SNI (Sistema Nacional de Investigadores) y del SNCA (Sistema Nacional de Creadores de Arte).
Uno de los académicos que obtuvieron el premio fue "miembro del Sistema Nacional de Investigadores de 1998 al 2013". No especifica el tipo de nombramiento que obtuvo; sin embargo, se puede deducir que por lo menos al principio solo tuvo la beca de "candidato a investigador", pues se doctoró en 2002, y el grado es un requisito para el Nivel I. De cualquier modo, en 2013 ya no se le renovó la beca, pero el jurado consideró que "En lo referente a la investigación, demuestra su liderazgo académico con publicaciones de artículos, libros, capítulos de libros"; el hecho de que esas publicaciones no le hayan permitido conservar la beca del SNI, no tiene al parecer importancia. Y lo mismo se asienta prácticamente con las mismas palabras en todos los casos de los galardonados.
"La alta calidad docente" de los galardonados, "se hace evidente en las evaluaciones de Consejo técnico, alumnos y tutorados".
En otras palabras, las evaluaciones internas, es decir realizadas dentro de la UV son más importantes y sin duda más objetivas (Nótese la ironía) que las evaluaciones externas, es decir realizadas en organismos como el SNI.
También destaca el jurado la "activa participación institucional" de los galardonados "en comisiones y en actividades de gestión, tanto como sus destacadas actividades de vinculación que enlazan las actividades substantivas de la universidad con la sociedad".
Se refieren con esto al desempeño como coordinadores de una maestría y de la academia de su facultad, es decir por actividades burocráticas, y haber sido representante de sus colegas en el Consejo Universitario. Otro de los galardonados, tiene 40 años trabajando en la UV, pero apenas obtuvo su doctorado en 2017 y acaba de ingresar al SNI para el periodo 2019-21.
Otra, forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I), según su c.v. que vi en el sitio de la universidad, pero ignoro desde cuándo, pues no me proporcionaron su semblanza, como ya dije. Los otros no forman parte del SNI.
También se le da mucha importancia a las iniciativas que han impactado en las entidades de adscripción y en la universidad, como un programa de Filosofía en el Ágora (una sesión al mes) con la participación de académicos de varias facultades sobre temas de interés actual y
una asistencia de 60 a 150 persona) o gestionar recursos externos para la planeación y remodelación de la cafetería, tienda, bodega, auditorio y sala de exposiciones temporales.
Uno de los ellos obtuvo en 2 ocasiones el Premio Miguel Covarrubias que creo es el que otorga el INAH y comporta una recompensa monetaria pero no lo dice y tampoco aclara si lo obtuvo por una investigación, una tesis o una exposición museográfica; además obtuvo el Premio Alfonso Caso pero tampoco da más información.
En general, me parece que se le dio más importancia a las evaluaciones de los consejos técnicos y tutorados, así como a las actividades de tipo administrativo en la UV y a los reconocimientos obtenidos intra muros que a las distinciones externas, que conllevan una recompensa monetaria, como la beca del SNI. Y, al mismo tiempo que reconoce a unos académicos, la UV ningunea a otros que han obtenido importantes reconocimientos externos, que la benefician porque se trata de "indicadores" que determinan los recursos que se le asignan.
Por ejemplo, uno de los concursantes ingresó al SNI (Nivel I) en 1985 y logró que le renovaran la beca cada tres o cuatro años hasta el 2010, cuando de acuerdo al reglamento solicitó y se le concedió la prolongación por quince años más; obtuvo un premio importante que conlleva una recompensa monetaria y la publicación de una obra, una beca alemana para investigar en Berlín y un apoyo especial del Fonca, entre otros reconocimientos. Por todo eso el jurado le reconoce "una trayectoria sólida", pero le reprocha que no realice "actividades de docencia, tutorías y gestión". Hay que hacer de todo para llenar el "perfil de deseable", y no dedicarse a investigar. En fin, el síndrome de Procusto.
Y así están las cosas.
La Jornada. Junio 18, 2019.

¿Qué universidad queremos?

La discusión del nuevo anteproyecto de Ley orgánica de la UV representa una oportunidad para reflexionar y decidir qué universidad queremos. ¿Queremos tener un rector (o rectora) que una vez instalado pueda hacer prácticamente lo que le venga en gana y manejar a su antojo los recursos de la universidad o queremos un rector más controlado? ¿Queremos, en otras palabras, una monarquía dentro de la universidad o queremos una república? La lucha entre los partidarios de estas dos formas de gobierno no terminó en México con el fusilamiento de Maximiliano. Por increíble que parezca, el hecho es que hay una tendencia monárquica, por no decir absolutista, dentro de la universidad, y es una tendencia a darle todo el poder al rector (o rectora) en turno, y esa tendencia ha influido tanto en la redacción de la ley orgánica vigente como en la de la iniciativa de ley que se ha enviado a los diputados. Hay que recordar que la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana se estableció para remplazar al Gobernador, que podía nombrar y remover al rector cuando quisiera, como en el caso de Murillo Vidal que un día designó a Maldonado como rector y en seguida rectificó y nombró a Bravo. El caso es que desde un principio se limitó el poder de la Junta, pues solo se le otorgaron facultades para nombrar al rector, no para removerlo, y en consecuencia éste tuvo mucho más poder que sus antecesores, y prácticamente resulta inamovible. Los anteriores rectores sabían muy bien que cualquier error o incluso una queja podía costarles el puesto y actuaban con cuidado, pero una consecuencia nefasta de la autonomía es que el rector en turno resultó prácticamente inamovible.. En vez de corregir ahora el error, otorgándole a la Junta de Gobierno facultades para remover al rector, si incurre en alguna falta grave o no cumple con sus funciones, como en la Unam, en la iniciativa de Ley orgánica se pretende que el Consejo universitario es el único organismo que tiene facultades para "Resolver sobre la renuncia del Rector o Vicerrectores; o removerlos por causa grave con fundamento en el procedimiento señalado en la reglamentación correspondiente". Se dificulta en esa forma la posible remoción del rector, pues el consejo, como autoridad, es algo fantasmal. La Comisión que redactó la iniciativa debería explicar su postura. Hay además que recordar que la democracia se fue desarrollando a medida que se restringía el poder de los soberanos, pero en la UV hay quienes pretenden volver atrás y crear un cacicazgo. No solo no le dan más atribuciones a la Junta de Gobierno para que pueda remover al rector, y éste actúe con más cuidado, sino que la iniciativa pretende maniatarla completamente. De acuerdo a la ley vigente, la Junta de Gobierno nombra al Contralor General, que es "el encargado de supervisar y evaluar el ejercicio de las actividades de la Universidad". Sin embargo, en la iniciativa de ley el Contralor queda supeditado a la Comisión de Vigilancia Financiera y Control Patrimonial del Consejo universitario. Si en la ley vigente hay una Comisión de Vigilancia Financiera y un Contralor es porque en lo que se refiere a los recursos financieros la experiencia demuestra que cualquier control es poco, y por eso en la Unam no solo hay un contralor sino también un Patronato; el caso es que en la iniciativa se pretende reducir el control de los recursos
financiero y el patrimonio universitario eliminando prácticamente a la Contraloría y quitándole atribuciones a la Junta. La Junta de Gobierno dejaría de ser el órgano de control independiente de la administración que requiere la universidad en vez de que al respecto se le den más atribuciones, como designar al Defensor, que es una especie de contralor moral. Hay muchos otros detalles que merecen atención, pero lo esencial es que la iniciativa de ley orgánica que se le ha enviado a los diputados le otorga más poder al rector en turno en vez de someterlo al control de la Junta de Gobierno. Se trata de una iniciativa monárquica; por eso hay que desecharla y remplazarla por otra republicana.

La Jornada. Junio 11 del 2019