No cabe duda que el Maestro Antonio Tornero se anotó un punto a su favor al invitar este año a Flavigny a impartir clases magistrales (y no “clases maestras”) en Xalapa, aprovechando que viene a México para impartir un curso en el Conservatorio Nacional, pues hace unos tres años los estudiantes de piano de la Facultad de Música solicitaron que se invitara al pianista, que por cierto empezó a impartir cursos en el país hace cincuenta años y que tuvo entre sus alumnos a Rosario Lomán y Raúl Ladrón de Guevara, que iban a México a tomar clases, becados por la Universidad Veracruzana. Sin embargo, hay otras demandas que no han sido satisfechas, como la de una licenciatura en arpa.
A principios de marzo -- del lunes 6 al lunes 13, para ser exacto -- se realizó en el Conservatorio Nacional de Música el primer Concurso Nacional de Arpa Clásica, y una joven jalapeña de dieciséis años, Betuel Ramírez, obtuvo el primer lugar en la categoría juvenil (de 14 a 17 años) en la que hubo una docena de participantes.
El caso es que Betuel no tiene arpa y no está inscrita ni en la Facultad de Música ni en el Instituto Superior de Música, sino que desde hace unos cinco años es alumna de Brita Shafer, arpista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, que le da clases particulares y logró que se le permita estudiar en el Teatro del Estado con el arpa de la OSX.
La Facultad de Música ofrece una licenciatura con varias opciones correspondientes a diversos instrumentos, pero el arpa no figura entre ellos, y tanto Britta Schafer como sus alumnas --- unas diez chicas – han solicitado en repetidas ocasiones que se incluya el arpa entre esos instrumentos, pero hasta el momento no han tenido éxito en sus gestiones.
Y es que un arpa tiene un costo aproximado de 10 mil a 12 mil dólares, tal vez más. Además, en México no hay técnicos que puedan reparar un arpa y tampoco hay cuerdas. La Universidad Veracruzana es una institución que ya ha crecido demasiado y me parece saludable que el Instituto Superior de Música se haya establecido, pero debería tener un proyecto más amplio y dado el incremento a su presupuesto Tornero puede adquirir un arpa por lo menos.
En todo caso, ahora tiene la oportunidad de hacer algo nuevo y establecer una licenciatura en arpa, oficializando para empezar los cursos y alumnos de Britta Schafer, pues luego podría invitar a colaborar a Claraliz Mora que hace poco se graduó en la Manhattan School of Music. Desafortunadamente, al parecer va a esperar que se establezca primero en la Universidad Veracruzana para copiarla.
Por cierto, la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz tiene un arpa, y me enteré por ahí que Betuel pidió que se le permitiera estudiar en ella, pero Tornero no accedió. ..Y así están las cosas.
(Política, Lunes 10 de abril 2006)
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