jueves, 5 de diciembre de 2019

Pinocho en Xalapa

Borges creía que los latinoamericanos "podemos manejar todos los temas europeos con una irreverencia que puede tener y ya tiene consecuencias afortunadas", y eso es precisamente lo que ha hecho Toledo al recrear la historia de Pinocho, porque en su versión no es la nariz lo que le crece al muñeco cuando dice mentiras, sino "otra parte del cuerpo".
Por eso le sugerí al nuevo director del Ivec que montara en la Pinacoteca los 55 dibujos que Toledo le entregó a la SCHP como "pago en especie" de sus impuestos; incluso, le remití los requisitos para esa dependencia se los prestara.
Mi idea, por cierto, era que al mismo tiempo se exhibieran algunas ediciones de Las aventuras de Pinocho, originalmente publicado en Italia en 1883 y que unos años después apareció en español traducido por Rafael Calleja, pues para apreciar la reelaboración genial de Toledo hace falta el trasfondo de las otras versiones de la historia de Collodi, y entre ellas las película de Walt Disney y la de Spielberg, donde Pinocho es un robot, que se podrían exhibir en el Ágora.
Los dibujos de Toledo se exhibieron, primero, en Guanajuato, durante el Festival Cervantino, hace unos seis años, y luego en el Museo de Arte de la SHCP en 2015; el año pasado se presentaron en Querétaro y este año en el Museo de la Ciudad, en Mérida, del 17 de enero al 30 de abril; desde el 1 de junio se encuentran en el Museo de la Evolución, en Puebla, y en octubre se van a exhibir en el Museo del Carmen, en Guadalajara, según me informaron en la SHCP. Por eso era necesario iniciar cuanto antes los trámites para montar la exposición en Xalapa el año que viene.
Para convencer a Enrique Márquez le proporcioné incluso un ejemplar del libro con los dibujos publicado por Conaculta, pero nunca me contestó.
Me enteré, por cierto, de que se reunió con el responsable de las colecciones en la SHCP pero no solicitó los dibujos.
Hace unos años pudimos apreciar las esculturas de Soriano en el Parque Juárez y una exposición de Felguérez en la Pinacoteca, pero al parecer el actual Gobierno del estado no será recordado por algo parecido, y todo porque Márquez no se quiere poner las pilas.
Y algo parecido ocurrió desafortunadamente en la UV, donde Sarita no supo aprovechar la sugerencia de que celebrara el centenario de Mario Ruiz Armengol.
Hace unas décadas, recuerdo que Borges vino a México a grabar unos programas de televisión y en el coctel que se le ofreció en el restaurante "Le moustache" tuve la oportunidad de hablar unos minutos con José Luis Cuevas; le pregunté por qué no había expuesto en Xalapa y me dijo que no lo habían invitado; yo le informé después al rector, que era Roberto Bravo. "Dile a Miriam Chichai", me dijo, y no sé qué cara puse, pero cuando ya me iba, lo oí agregar: "Dile que yo te dije". Poco después, el genial dibujante vino a la inauguración de la exposición y recuerdo una cena que el rector le ofreció en el restaurante de la gasolinera "El Paraíso".
Hay quienes saben escuchar y aprovechan las sugerencias, y otros que, repito, no se ponen las pilas.
La Jornada Verácruz, 1 de octubre 2017

Rumbo al Sur

(Música mexicana en París)
Desde hace décadas se realiza en la Sorbona un ciclo de conciertos a mediodía, en los que por lo general se interpretan obras del repertorio tradicional, pero este año se dedicó a la música española, portuguesa e iberoamericana y tuvieron como título una expresión de la jerga marinera, Cap au Sud, que se podría traducir como "Virar al sur" o "Rumbo al sur".
Los conciertos se realizaron los viernes a las 12 hrs. a partir del 15 de enero y hasta el 8 de abril, y hubo en total 11 conciertos, que tuvieron lugar en el Anfiteatro Richelieu, con excepción de los dos últimos que tuvieron como escenario el auditorio 25 en Jussieu.
El programa incluyó tanto al pianista Hervé Billaut, que interpretó algunas de las impresiones para piano de Isaac Albéniz, conocidas por el título general de Iberia, que conoce a la perfección, y a otros menos conocidos como la pianista Sylvie Lechevalier que tocó las Indianas de Guastavino y acompañó a la soprano Karine Deshayes en un extracto de la zarzuela de Pablo Luna, El niño judío, obras de Manuel de Falla y Granados, y las Melodías y Canciones de Guastavino.
El público pudo escuchar además al dueto integrado por el chelista Raphael Pidoux y el pianista Cédri Lorel, que tocaron la suite para chelo y piano de Gaspar Cassadó y la Pampeana N° 2 de Ginastera, entre otras obras, además de disfrutar una presentación del Niño de Elche, que ha renovado el flamenco, y un concierto de fado tradicional.
Para terminar, el Mariachi Mezcal, del que por cierto forman parte dos violinistas franceses, se presentó en Jussieu precedido por un cuarteto argentino que interpretó algunos tangos.
El programa fue bastante completo, pues por un lado incluyó algunas obras de compositores españoles, y, por otro, de compositores franceses que se inspiraron en la música antillana, como Chabrier; compositores bastante conocidos como Albéniz, Manuel de Falla, Villalobos y Ginastera, y otros menos conocidos como Guastavino; música de concierto y música tradicional o popular. Sin embargo, no puedo dejar de notar, como mexicano, que nuestro país
sólo estuvo representado por un mariachi y no aparecen en el programa los nombres de Manuel M. Ponce o Carlos Chávez, para no hablar de Mario Ruiz Armengol, Ricardo Castro o Zychman.
Ojalá el profesor Jean Pierre Bartoli, que es el organizador de estos conciertos, continúe rumbo al sur y organice otra temporada con obras de otros compositores franceses que se inspiraron en la música iberoamericana, como Milhaud, y otros compositores antillanos como Ignacio Cervantes, cuyas danzas cubanas, por cierto, forman parte del repertorio de la pianista belga de origen mexicano Eliane Reyes. 
La Secretaria de Cultura o el INBA deberían aprovechar la oportunidad para felicitar a Bartoli y los demás organizadores del ciclo y ofrecerles apoyo para que el próximo año incluya obras de nuestros compositores.
El apoyo consistiría en mandarles las partituras de algunas obras como la Gavota de Ponce para que la interpreten –el cuarteto Voce, por ejemplo–, y pagarles el boleto a algunos músicos como Alfredo Isaac Aguilar que hace poco interpreto aquí la sonata para piano de Jiménez Mabarak, con motivo del centenario de este compositor.
De paso, Alfredo podría interpretar el mismo recital en la Casa de México, donde se alojó mientras estudiaba en Paris y donde ahora no se realiza ninguna difusión cultural.
La Jornada Verácruz, 27 de junio de 2016

La Casa de México, abandonada

Durante septiembre y la primera quincena de octubre 2015 estuve en París, donde me alojé como investigador en la Cité Universitaire, y al revisar la cartelera o agenda cultural llamada CiteScope, me pude dar cuenta que lamentablemente no se estaba realizando ninguna difusión cultural en la Casa de México.
Las residencias de la Cité Universitaire organizan de manera regular conciertos, exposiciones, debates y conferencias, entre otras actividades culturales, y según pude ver en el CiteScope, la Casa de Argentina anunció cuatro conciertos nada más en septiembre, entre ellos, uno de charango y otro en el que dos pianistas interpretaron obras del repertorio internacional y de algunos compositores de su país; además, hubo dos conferencias y se presentó un documental sobre una exploradora argentina que llegó al Polo Sur. También se anunciaron conciertos en las casas de Noruega, Suecia y los Estados Unidos.
En octubre, las actividades estuvieron relacionadas con un festival de jazz y hubo conciertos en la Fondation des États Unis e incluso en las casas de Túnez y Marruecos, para no hablar de la de Mónaco y otras residencias ya mencionadas, y en noviembre, se anunciaron tres conciertos en la Casa de Alemania y tres en la de Argentina, dos en las de Noruega, Suiza, Suecia y los Estados Unidos y uno en la de Túnez.
Desafortunadamente, en la Casa de México no se anunció ningún concierto en esos tres meses; únicamente apareció la invitación a ver la ofrenda y altar de muertos, así como la exposición de Les livres insolites de "la Cartonera", una editorial artesanal de Cuernavaca, pero esto a iniciativa del Centre d’ Études Mexicaines UNAM /France.
Por lo general, se anuncian unos 20 conciertos cada mes, y en enero, cuatro se realizaron en la Casa de Italia, tres en la de Argentina y tres en la de Alemania, dos en la de Estados Unidos y dos en la del Asia sudoriental; los otros seis tuvieron lugar en las casas de Túnez, Suecia, España, Japón, Noruega y la Fondation Biermans-Lapôtre (Luxemburgo).
En febrero también se anunciaron 20 conciertos, seis de los cuales se realizaron en la Casa de Argentina, tres en la de Alemania y tres en la de los Estados Unidos, el resto en las de Asia sudoriental, Japón, Túnez, Cambodia, España, Suiza y Suecia. En marzo, se anunciaron tres en la Casa de Brasil, dos en las de Argentina, Estados Unidos Alemania y la Biermans-Lapôtre; el resto en las de Asia sudoriental, Túnez, Cambodia, España, Suiza y Suecia, Canadá y la Fondation Abreu de Grancher, así como en la Casa de México, donde al fin alguien se colocó las pilas.
La Cité Universitaire es un punto estratégico para la difusión de nuestra cultura debido a que ahí se alojan unos 12 mil estudiantes de 140 nacionalidades.
Urge relanzar la difusión cultural en la Casa de México, aprovechando el Programa anual de proyectos culturales de la Cámara de diputados, pero el plazo para inscribir un proyecto y pedir fondos vence a fin de mes, así que habrá que hacerlo el año entrante.
Mi hija, Flora, se alojó durante tres años en la residencia que lleva el nombre del fundador de la Cité Universitaire, la Fondation Deutsch de la Meurthe, donde estuvo a cargo de las actividades culturales del comité de residentes y organizó varios recitales con sus amigos.
Hay que hacer algo parecido, para empezar, e invitar a tocar a algunos antiguos residentes, como Olivia Abreu, una flautista que vive en
Estrasburgo, Angélica Retana que enseña como clarinetista en el conservatorio en Versalles y hace poco se presentó con un grupo en la Casa de Alemania, y otros músicos mexicanos que residen en Europa, como la pianista Claudia Corona.
Se le puede pedir apoyo al director de Relaciones Internacionales de la Secretaría de Cultura, embajador José Luis Martínez, para cubrir los gastos de traslado de otros artistas que residen en México, como el pianista Alfredo Isaac Aguilar, que es una antiguo residente de la Casa de México y forma parte de los concertistas del INBA, y a otros integrantes de ese grupo, sobre todo a los más jóvenes como Santiago Piñeirua y Carlos Salmerón, pues no habría que pagarle honorarios.
El Conaculta, es decir, la nueva Secretaría de Cultura, envía escritores al Salon du Livre en París y habría que pedirles que, de paso, den alguna conferencia en la Casa de México.
Lo que hace falta es alguien que se ocupe de las actividades culturales en la Casa de México, pues el puesto de agregado cultural en la embajada se suprimió cuando Jaime Moreno Villareal volvió a México, y sus funciones las absorbió la directora del Instituto Mexicano de Cultura, pero el año pasado ese puesto también quedó vacante, y otra funcionaria de la embajada quedó a cargo.
Y así están las cosas.

La Jornada Verácruz, 29 de marzo 2016




Conciertos Parisinos


Carta de París
                                                                                                        






Hace unos días asistí a un concierto en la Casa de Alemania  donde unos jóvenes músicos  interpretaron un cuarteto en do menor de Brahms  y otro cuarteto también en do menor de Gabriel Fauré; luego hubo un coctel, donde me ofrecieron champagne, y hablé unos minutos con la violinista, una francesa lindísima, que por su piel bronceada contrastaba con sus amarillentos compañeros.
 Me dijo que toca con una orquesta en Berlín, adonde sus padres se mudaron, por cierto.
Toca un Amati de 1652 y se llama Clemence de Forceville, asi que lo más seguro es que descienda de alguna familia de la nobleza.    
 El auditorio es un cajón de vidrio,  se pueden ver los árboles y las plantas alrededor, y uno tiene la impresión de un concierto campestre muy agradable.   
El piano, sin embargo, es un Steinway de media cola, es decir más chico que el de la Casa de México, que está ahí desperdiciado por la actual directora, Martha Bringas, que no hubiera ofrecido ni coca cola, pues pretende cobrarles a los estudiantes de música que le piden el auditorio. En el Colegio de España se presentó hace poco un Trio Malats  que interpretó obras de Enrique Granados y Gaspar Cassadó, mientras en la Casa de México no se hace nada parecido.
Todas las residencias de la Cité Universitaire organizan conciertos, y unos días antes escuché a Jenny Maclay interpretar la sonata para clarinete y piano de Leonard Bernstein, que no  conocía y me gustó mucho; además, tocó la suite Cats (Gatos), de John  Noble.
 Ella estudia en el conservatorio de Versalles con Philip Cuper que es el clarinetista de la orquesta de la Opera y ha tenido varias alumnas mexicanas.
La Casa de Japón también promueve la música de su país y para el 20 tiene anunciado un concierto de koto, un arpa japonesa de trece cuerdas, con la que Takahashi Gaho interpretará algunas melodías  de su tierra.
El martes pasado asistí ahí a un concierto de una violinista japonesa, Teira Yamashita, que toc
ó primero la sonata para violín y piano en sol de Ravel y luego la Kreutzer, de Beethoven, acompañada por Wataru Hisasue, que es un pianista que se aloja en la Fondation danoise, en el mismo piso que yo.
De vez en cuando lo veo en la cocina hervir unos spaghettis sobre los cuales vierte la salsa de un sobrecito – pesto o una especie de bric de langostinos.
 Tiene 22 años y va a dar otro recital en la Fondation danoise después del buffet con que se va a reinaugurar “la terraza” que en  realidad es una especie de pérgola de metal que se remodeló.
 Total, hay muchos conciertos, pero la música mexicana no se oye.
En la Sorbonne  se realiza desde hace décadas un
ciclo de conciertos a mediodía, que se dedicó este año a la música de España, Portugal y los países iberoamericanos, por lo que se interpretaron obras de Héitor Villalobos, Ginastera y Carlos Guastavino, pero el programa no incluyó ninguna obra de Manuel M. Ponce, que estudió en Paris, dicho sea de paso,  ni de ningún otro compositor mexicano; nuestro país estuvo representado únicamente por el Mariachi Mezcal, del que por cierto forman parte 2 violinistas franceses. 
Hace años escuché al conjunto Mono Blanco, que estaba de paso al Festival “Rio loco” en Toulouse, y se alojaron en una sala de la Casa de México donde ensayaba el ballet folclórico y ellos, humildemente, tendieron sus petates; mi hija, Flora, que estudiaba en la Normal Cortot preparó luego un recital con las  danzas cubanas y otras obras de Mario Ruiz Armengol, y lo tocó en la Sorbonne y el Teatro del Chatelet, entre otros lugares como la FNAC de Ternes, donde promovía sus discos el gran Ciccolini.  Desafortunadamente, no se ha vuelto a difundir nuestra música.
              Ojala el IVEC y la Universidad Veracruzana hagan algo al respecto.
                 
 Diario de Xalapa el 27 de junio de 2016.



miércoles, 26 de junio de 2019

Una antología bloqueada en la UV

Debido a que el Dr. Edgar García Valencia me publicó una antología y las Cartas a Luchting de Ribeyro, hace más de un año le propuse una antología de cuentos y ensayos de Michel Tournier, que traduje, pero actualmente se encuentra bloqueada por el comité editorial, del que forman parte mis colegas Martha Murguia y Norma Angélica.
La antología está integrada por diez cuentos de Le medianoche amoureux, un libro que leí en octubre de 1989, unas semanas después de su publicación, cuando me encontraba en Paris; de vuelta en Xalapa, traduje uno de ellos y se lo envié a Espinasa, que lo publico en la revista Casa de tiempo; luego le envié otro que publicó en La Jornada semanal con una entrevista a Tournier que también traduje.
Y así seguí traduciendo otros cuentos y relatos que me gustaron especialmente.
Y esas traducciones se publicaron el Semanario de Novedades, Textual, que era una revista de El nacional, Plural, la Revista de la Universidad de México la Revista X y otras; algunas se reprodujeron en suplementos de provincia.
Los ensayos son posteriores y se publicaron en Le crespuscule des masques (199 ) y Célébrations (2000), pero uno de ellos también se publicó en Casa del tiempo y otros en Arena, un suplemento del Excélsior, gracias a Claudia Posadas. Desafortunadamente, el comité editorial me ha hecho algunas objeciones al parecer basadas en el dictamen de un traductor que consultaron y hasta el momento no ha aprobado esta publicación. Por ejemplo, consideran que nunca se deben cambiar los nombres de los personajes de los cuentos, y les parece un sacrilegio que a una niña que en el original se llama "Blandine" yo le haya puesto "Clarisa".
El caso es que "Blandine" en español se asocia con "blando", por lo que haría pensar en una niña regordeta y no en la creatura luminosa del cuento, a la que decidí ponerle "Clarisa", que no solo alude a su luminosidad, sino también a su risa y alegría. "El ideal de la traducción poética", según Valéry, "consiste en reproducir con medios diferentes efectos análogos". No basta con traducir un cuento de un idioma a otro, sino que a veces hay que reconstruirlo en otra cultura, y eso es lo que traté de hacer.
Mi traducción de publicó en la Revista de la Universidad de México (1990) con una nota donde explico el cambio de nombre y no hubo objeción, pero el comité editorial es más conservador, y el traductor que consultaron no está al tanto del desarrollo de los Translation Studies, una disciplina que ya cuenta con revistas y otras publicaciones académicas, reconocida en las principales universidades de los Estados Unidos y otros países. (En México, hay una maestría en el Colmex).
Además, me piden una introducción como las de la Biblioteca del estudiante universitario, que me parecen pesadas, pretenciosas y sobre todo contraproducentes, pues al cargar un texto de explicaciones se ahuyenta a los posibles lectores al darles de entrada la impresión de que el texto no es accesible y menos placentero.
No se trata de un manuscrito medieval y ni siquiera de cuentos y ensayos decimonónicos, que requieran una edición crítica, pues los cuentos de Tournier que traduje apenas se publicaron hace
unos veinte o treinta años, por lo que "no requieren mayor elucidación", como diría Borges, y yo me limité a redactar un prólogo a la vez discreto y conciso.
La discusión ya se ha prolongado mucho y lo mejor es sacarla a luz.
Ojala mis colegas acepten mis razones y no se empeñen en ponerle trabas al libro.
La Jornada, Veracruz, julio 6 del 2018

martes, 25 de junio de 2019

Oscurantismo editorial


                                             
Aunque existe un reclamo de transparencia en todos los ámbitos del país, hay focos de resistencia en las universidades, quién lo dijera, y en algunas dependencias de la administración federal, donde se toman en lo oscurito las decisiones sobre qué libros se publican o no. 

El responsable de las publicaciones o su comité editorial solicitan por lo general la opinión de un experto, cuyo “dictamen” es decisivo. 
El editor se lava en esa forma las manos y puede cobrar tranquilamente su sueldo sin tomarse la molestia de leer las obras que se le proponen. 
Si no quiere publicar algún libro, puede pedir un dictamen adverso. 
La editorial se reserva el nombre del “dictaminador”, y éste puede aprovechar la oportunidad para bloquear a un colega o a un escritor que no le simpatiza.
Desde luego, el autor de un libro rechazado puede protestar y señalar inconsistencias en el dictamen, pero por lo general pierde su tiempo y solo se desgasta. 
Es como si a uno lo juzgaran los encapuchados del Ku Klux Klan… y esa es una de las sacrosantas costumbres de las editoriales universitarias.
Hace unos veinte años le propuse un libro, Versiones, a la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, y el dictamen fue completamente adverso.
Me lo entregó Alfonso de María y Campos un día que me dio cita. Yo lo leí ahí mismo y le hice ver que era contradictorio, pues al final decía que mi propuesta era una "reunión azarosa de textos” que no podían integrar un libro, pero al principio reconocía que "A lo largo de las 141 cuartillas de este original el autor es fiel a una hipótesis: la literatura se hace a partir de la literatura; los escritores reelaboran las ficciones (sic) a partir de otras parecidas". 

- Si todos estos escritos se basan en la misma hipótesis, su reunión no es azarosa, le dije. 

De Maria se rió. 

"No te preocupes", dijo, "te lo vamos a publicar". 

Y, en efecto, lo publicó. 

Seguramente ya se había dado cuenta de que el dictamen era demasiado vehemente y contradictorio y además debe haber reflexionado que el autor del dictamen no era más que un asesor, cuya opinión podía aceptar o desechar. 
Su decisión me parece ejemplar, pero la mayoría de los editores se la quitan con que deben “respetar” el dictamen.
Posteriormente, le propuse otro libro a la DGP, La gata revolcada, y otra vez el dictamen fue adverso. Imelda Martorell, que era entonces la responsable, me dijo que ella debía respetar el dictamen, y Jaime Zorrilla que era el Secretario del Conaculta me dijo que a él le gustaba el libro, pero ya estaba por terminar el sexenio y no podía hacer nada.
El libro fue publicado por el IVEC y obtuvo reseñas elogiosas; la Editora de Gobierno se encargó de la reedición. 

Las editoriales deben regenerarse y adaptarse a los nuevos tiempos.
No se deben ocultar los nombres de los asesores a los que se les pide su opinión sobre un libro. ¿Acaso los hospitales se reservan los nombres de los médicos que operan a un paciente?
Desafortunadamente, se tiende a considerar como indiscutible la opinión de los asesores. 

Y así están las cosas.



La Jornada. 20 de agosto 2018





                  
                                                                         

miércoles, 19 de junio de 2019

Recursos desperdiciados en la UV

De acuerdo con las últimas auditorías realizadas, la actual administración hizo un "manejo cuidadoso y honesto de los recursos públicos", pero ¿qué ha pasado con los recursos humanos? ¿No importan?
A pesar de la política de superación académica impulsada por el rector Víctor Arredondo y continuada por Raúl Arias, en la Universidad Veracruzana trabajan 172 académicos que han obtenido un doctorado, pero no tienen puestos de tiempo completo, de acuerdo con información que me proporcionó la Dirección General de Recursos Humanos en respuesta a una solicitud de información que hice por medio de Transparencia.
Los recursos federales que se le asignan a la UV dependen de marcadores como el número de académicos aceptados por el Sistema Nacional de Investigadores, y los académicos que ya obtuvieron un doctorado podrían incorporarse a ese organismo, si tuvieran un puesto de tiempo completo, pero no lo han conseguido y se encuentran por eso mismo bloqueados.
La administración encabezada por Sarita no ha sabido aprovecharlos.
Hay que matizar, desde luego, pues hay doctorados y doctorados. De los 172 académicos mencionados, 21 obtuvieron el grado en universidades del extranjero y de éstos 13 lo hicieron en España, en instituciones como las universidades de Salamanca, Barcelona, el País Vasco, Granada y Almería, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Autónoma de Barcelona; otros, en Francia (Toulouse) o en los Estados Unidos (Pittsburgh); 151 académicos se doctoraron en México en instituciones como la UNAM (7), la UAM (6), el Politécnico (1) o el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (2); 31 en la misma UV, 8 en la Universidad de Xalapa 2 en el Inecol, etc. etc.
La actual administración debe analizar el problema, caso por caso, con los interesados, y tratar de aprovecharlos.
La política de superación académica debía estar "estrechamente asociada a la planeación institucional", según el ex rector Víctor Arredondo, pero al parecer no ha sido así; además, ha sido contrarrestada por quienes elaboraron los tabuladores que se utilizan en los concursos, pues los grados académicos no son muy apreciados y se puede obtener el mismo puntaje por la realización de actividades que no requieren ni de lejos el esfuerzo que implica elaborar una tesis y cumplir con los otros requisitos del doctorado.
Tampoco hay que olvidar las maniobras de los grupos que controlan algunas dependencias.
Al respecto, me escribió el Dr. Arredondo:
"Por otra parte, es preocupante la dinámica interna de algunas juntas y consejos académicos, donde el interés no está puesto en la superación académica, sino en la consolidación de grupos afines cuyo acento es el control, basado en la reciprocidad y la pertenencia de grupo. Se conocen casos desde hace años, donde no se abre la puerta a los mejor calificados sino a los más cercanos, distorsionando el verdadero significado de la legislación universitaria. Sobra decir que esas entidades están destinadas a la simulación y la mediocridad. Y eso le pega muy fuerte al prestigio de la Universidad. La administración central de la universidad debe estar muy atenta a que eso no suceda, a que no se convierta en una práctica común; porque tales anomalías trascienden y repercuten negativamente, en todos los sentidos, incluida la procuración de financiamiento externo y la perspectiva de emprender alianzas de todo tipo.
La Junta de Gobierno debe hacerle ver a las autoridades de la UV que también cuentan los recursos humanos y que no se deben desperdiciar.
Urge revisar los tabuladores de los concursos y los criterios con que asignan las plazas de tiempo completo.
Hay que rescatar la política de superación académica, que es el principal legado de Arredondo y tiene antecedentes importantes en los periodos de otros rectores, como García Barna, que a mí me becó para que hiciera los estudios de doctorado en el Colmex hace ya más de 50 años.
La Jornada. diciembre 10, 2018

Reanimación cultural




Desde que el Hay Festival se trasladó a Querétaro, Xalapa está muy apagada culturalmente, y hay que hacer algo, pero la Universidad Veracruzana es un hoyo negro –en el último ranking aparece en el 17° lugar del país, y va para abajo, pues la rectora cree que le pagan para bloquear a los investigadores y artistas y no para apoyarlos y alentarlos.
En Morelia se celebra desde hace unos 30 años el Festival "Miguel Bernal Jiménez", como un homenaje a ese compositor; en Zacatecas se realiza un festival para recordar a Manuel M. Ponce y otro por Candelario Huízar, y en Durango también hay 2, uno en memoria de Silvestre Revueltas y otro de Ricardo Castro. Además, el Conaculta se gastó 9 millones en el centenario de Moncayo, y Jalisco también le rindió un merecido homenaje a Blas Galindo. Sin embargo, en Veracruz se ha olvidado a Mario Ruiz Armengol y a Eduardo Hernández Moncada, que son los principales compositores de música de concierto nacidos en estas tierras.
Cuando estaba a cargo de la Coordinación Nacional de Música, Gustavo Rivero Weber trató de que los concertistas del INBA se presentaran en Xalapa y Veracruz, de acuerdo con Carlos Miguel Prieto, pero el proyecto no tuvo éxito, por falta de infraestructura.
El pianista polaco Pietr Poleczni hizo un berrinche al ver que en el Teatro Clavijero sólo había un piano de media cola y no era un Steinway.
Todo ha cambiado desde entonces, pues el Teatro Llave de Orizaba se restauró hace unos 5 años con apoyo del PAICE (Programa de apoyo a la infraestructura cultural de los estados) y ahora tiene un Steinway modelo "Boston"; además, se construyó el Foro Boca y también se le dotó de un piano de esa marca, y se acaba de renovar el Teatro Clavijero, al que Fidel Herrera le compró un Steinway; además, en el sexenio de Alemán se construyó el edificio del Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz en cuyo auditorio también se instaló un Steinway, y el entonces gobernador donó el que perteneció y tocaba su mamá; la UV cuenta con la Sala Tlaqná, a donde se trasladó el Steinway que tenía en la Sala Grande del Teatro del Estado, ahora llamada "Emilio Carballido". El Teatro del Estado conserva el Bösendorfer y en la Sala Chica un Steinway, reparado extraoficialmente. Además, la Facultad de Música tiene otro.
Ya no falta infraestructura, falta imaginación y voluntad.
Para empezar, se puede organizar un ciclo de recitales como homenaje a Esperanza Cruz, una pianista originaria de Orizaba que, becada por el gobierno del estado, estudió en el Conservatorio Nacional con Manuel M. Ponce y luego en Francia con Isidor Philip y Alfred Cortot; además, estudió en Berlín con Egon Petri y Alexander Borowski. De vuelta en México, se casó con Vasconcelos, y su hijo ahora es senador.
El año pasado el ayuntamiento de Orizaba gastó un millón de pesos para convertir a esa ciudad en sucursal del Festival Internacional Cervantino, cuando podría tener su propio festival, asociándose con los ayuntamientos de Veracruz, Boca del Río, la Universidad Veracruzana y el Ivec, para no hablar del ayuntamiento de Xalapa, que no tiene la infraestructura de los otros, pero no carece de recursos.
Cuando se celebró el Festival Pablo Casals, en Xalapa sólo había un piano Steinway de media cola, que era el que cargaba Juanote del Colegio Preparatorio al Cine Lerdo, y que se quedó abandonado en ese recinto.
Ese piano, por cierto, que data de los años 40 se debería mandar a restaurar y aprovechar, como el de la Fundación Harp Helú, en Oaxaca, fabricado a principios del siglo XX y restaurado recientemente.
En fin, urge hacer algo para que la otrora "Atenas Veracruzana" brille nuevamente y toda la región se ilumine.
Vamos a ver a quién nombra Sarita en Difusión Cultural, pero además es necesario que se pongan las pilas en la Coordinación Nacional de Música para hacer convenios con los ayuntamientos que podrían pagar algunos gastos.
La Jornada. enero 28, 2019

Procusto en el INBAL

Hace un tiempo señalé que los premios literarios que otorga el INBAL se encuentran racionados, pues no se permite que vuelvan a concursar quienes ya los obtuvieron.
Se trata con esta restricción que apoyar al mayor número posible de escritores, es decir de tener el mayor número posible de beneficiarios. Se trata de una política "clientelar", pues cada voto cuenta. Hay que tener contentos a los mas que se pueda; la calidad literaria es algo secundario.
Con esta política se ha bloqueado a algunos escritores que hubieran podido obtener el premio 2 o 3 veces, quizá más.
Tengo entendido, por cierto, que Sabina Berman obtuvo el de dramaturgia en 3 ocasiones, pues ahí no había esa restricción, y luego se le impidió volver a concursar.
Como se estableció en 1975, el premio de ensayo literario "José Revueltas", ya se le ha otorgado a 48 ensayistas, y, si no se hubiera restringido la participación en el concurso, ese número sería menor.
A lo mejor alguien ya lo hubiera ganado 3 veces, tal vez otros 7 u 8 escritores lo hubieran obtenido en 2 ocasiones; el número de ensayistas premiados sería menor; tal vez se hubiera reducido a 42.
Con la restricción, se ha impedido que destaquen esos ensayistas que lo hubieran podido ganar 2 o 3 veces.
Se les ha nivelado, en otras palabras, de un modo que recuerda a Procusto.
Como es sabido, este personaje era un asaltante obsesionado por la igualdad que se divertía ajustando la estatura de las personas que capturaba, a las que después de desvalijar obligaba a acostarse sobre una piedra.
Si la víctima tenía el mismo largo que la piedra, podía retirarse, pero si los pies sobresalían, Procusto mandaba que le cortaran las piernas. A los que por el contrario eran más cortos que su lecho les mandaba dar una estiradita. Obviamente, muy pocos sobrevivían al "acostón". La naturaleza ha creado la más amplia variedad humana, pero los ideólogos del nazismo pretendían reducir la humanidad a un sólo modelo, el "ario", alto, rubio y de ojos azules, deshaciéndose de quienes no llenaban los requisitos. Durante la Segunda Guerra Mundial se derrotó al fascismo militarmente, pero sus ideas renacen en lugares inesperados. Hace tiempo denuncié su presencia en el Programa de Mejoramiento del Profesorado, que implica la elaboración de un "perfil deseable" al que deben ajustarse los profesores de las instituciones de enseñanza superior del país, y ahora lo encuentro en la política implícita en los llamados Premios Bellas Artes.
Estos premios se otorgan para reconocer y estimular a los escritores, pero a algunos los bloquean, impidiéndoles ocupar el lugar que les corresponde.
Tenía la esperanza de que con la 4-T se eliminara la restricción mencionada o al menos se permitiera volver a concursar a quienes ya obtuvieron un premio después de un plazo que podría ser de diez años.
Desafortunadamente, tengo la impresión de que algunos funcionarios del INBAL no quieren hacer cambios.
La Jornada. marzo 8, 2019

El INBAL y la literatura

A pesar de la anunciada 4-t, hay una tendencia a manejar la Coordinación Nacional de Literatura de manera rutinaria y poco imaginativa.
La política implícita en los premios que anualmente otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes es bastante anacrónica pues se limita a los géneros principales – novela y cuento, poesía y ensayo – olvidando a los géneros marginales, como las biografía, la autobiografía y las memorias, los diarios y epistolarios y los relatos de viaje, así como a la llamada auto ficción.
El INBA se empeña en premiar novelas que poco aportan a nuestras letras y se niega a reconocer la aparición de obras que tienen un importante contenido autobiográfico, como El mago de Viena, de Pitol, y Las genealogias y Yo también me acuerdo, de Margo Glantz, y Coronada de moscas, sobre sus viajes a la India. Además, en los últimos años han aparecido otras obras del mismo género y que incluso han obtenido el Premio Villaurrutia, como Tela de sevoya, de Miriam Moscona y Vida con mi amigo de Barbara Jacobs. Los géneros "marginales" ahora tienden a desplazarse al centro del panorama literario, y, en vez de seguir estimulando la producción de novelas, el INBAL debería reconocer su importancia y auspiciar la producción de otro tipo de libros. Las memorias de Helena Paz y las de su madre sobre su viaje a España en 1937, Mi vida por el mundo de Maples Arce y libros como Nahui Ollin de Adriana Malvido son más importantes para nuestra cultura que muchas novelas.
El caso es que, según Cristina Rascón, "Los géneros periodísticos (como biografía, que usted expone) no son parte de los objetivos de los premios de la Coordinación de Literatura ni del INBAL mismo, ya que desde su creación se enfoca en creación artística y no periodística".
Obviamente, tiene una idea muy restringida de la literatura y de acuerdo con ella ni André Maurois ni Stefan Zweig serían escritores sino periodistas. Yo creo que aunque el INBAL pretenda promover ante todo "la creación artística",
hay que documentarla y auspiciar los géneros considerados marginales.
Por suerte, el rector de la UdeG se dio cuenta de que Arreola nos iba a dejar en cualquier momento, y le pidió a Fernando que lo entrevistara y lo hiciera contar su vida,
pero Memoria y olvido, de Fernando del Paso, debía ser el primero de una serie y no una obra aislada.
Ya se nos han muerto muchos escritores, artistas y personas vinculada con ellos a las que se debió entrevistar.
Se ha perdido así una parte importante de nuestro patrimonio intangible, por negligencia de los responsables del INBAL.
Hay que agradecerle a Silvia Lemus que haya entrevistado a Luis Leal, pero el profesor tenía mucho que contar y merecía todo un libro de entrevistas, como el que se elaboró con las que Cristina Pacheco le hizo a Juan de la Cabada.
Hay que documentar nuestra literatura, aunque no todos los documentos se puedan considerar obras literarias.
Me pregunto, por cierto, qué habrá pasado con la segunda parte de las memorias de Helena Paz.
En fin, la política literaria se ha quedado muy rezagada con respecto a nuestra literatura, y yo creo que no solo se debe poner al dia, sino que debería ir adelante y abrirle paso.
El establecimiento del premio "Margarita Michelena" de traducción a fines del sexenio pasado me parece algo necesario y atinado, y creo que además se debe establecer un Premio de biografía y géneros afines
La Jornada. marzo 30, 2019

Del IVEC a la Secretaria de cultura (¿Reestructuración o cambio de nombre?)

El Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec) se ha convertido de la noche a la mañana en Secretaría de cultura, pero al parecer se trata nada más de un cambio de nombre y no habrá una re-estructuración, por no decir "reingeniería", digna de "la cuarta transformación" prometida.
La transformación del Instituto Veracruzano de Cultura en Secretaría de cultura recuerda la "reingeniería" de Fidel Herrera, que estableció una Secretaría de Turismo y cultura y pretendía que el Instituto Superior de Música formara parte de esa dependencia, pero se encontró con la oposición de Antonio Tornero, que fungía como director del instituto y cuya voluntad se respetó. Ahora sin embargo no se trata de una Secretaría de Turismo y cultura, sino de una Secretaría de cultura, a secas, que debería incluir al Instituto Superior de Música y a los Grupos artísticos de la Secretaría de Educación, pero esto es más complicado.
Los integrantes de los Grupos artísticos, fundados por Roberto Bravo Garzón, no tienen plazas como tales, sino plazas de profesores, y se supone que han sido comisionados a los grupos, por lo cual puede resultar complicado su traslado a otra dependencia.
No hay que olvidar además a la Editora de Gobierno, una dependencia de la Secretaría de Gobierno, que también podría integrarse a la de Cultura.
Y tampoco hay que olvidar a Radio Televisión de Veracruz, pues también debería integrarse a la nueva Secretaría de cultura.
Si todas estas dependencias se integraran a una nueva Secretaría de Cultura, el Ivec debería seguir operando como tal, del mismo modo que a nivel federal el Inba y el INAH operan dentro de la Secretaría de cultura.
Al integrar estas dependencias, se estaría dando un paso importante hacia la transformación del país, pues al trabajar juntas podrían cumplir de manera más eficiente con la misión de "Preservar, promover y difundir cultura, por medio de la participación amplia y plural de la ciudadanía para fortalecer los valores y el patrimonio cultural de los veracruzanos". Desafortunadamente, lo más probable es que nadie haya pensado en esto y todo se reduzca a un cambio de nombre. Peña Nieto convirtió al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en Secretaría de cultura, pero luego se le recortó el presupuesto y al final no se le dio más importancia. Todo se redujo a maquillaje para simular que se le iba a dar más importancia a la cultura y no de una verdadera transformación.
En cuanto al Ivec, solo se dijo, pero al parecer ya se olvidó, por suerte, que la sede se trasladaría a Tlacotalpan, un verdadero desatino, pues ese traslado implica gastos, y el problema del Ivec ha sido siempre la falta de recursos que se malgastarían en una mudanza.
Lo que hace falta es darle más apoyo a los artistas veracruzanos, pues las becas del Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico de Veracruz no se han
incrementado, y el tiraje de las publicaciones que hace unos 8 o 9 años era de mil ejemplares se redujo a 500, por lo que ese apoyo a los investigadores y escritores ahora es ridículo.
En vez de malgastar en un una mudanza innecesaria y absurda, hay que aumentar el número y monto de las becas, así como el tiraje de las publicaciones o al menos el de la colección "Voladores".
URGE rescatar el legado de los principales creadores veracruzanos. Hace poco se reeditaron algunas obras de Jorge Cuesta, pero ese libro deja mucho que desear, pues entre otras cosas solo tuvo un tiraje de 500 ejemplares – el Ivec no distingue entre un poeta consagrado y los del montón. No ha hecho nada por el Chango Garcia Cabral, y las Danzas cubanas de Mario Ruiz Armengo, publicadas por el Ivec en 1990, gracias a las gestiones de Alejandro Corona, se agotaron hace años y hay que reimprimirlas; además, se deberían publicar las partituras de su sonata y otras obras suyas para piano y música de cámara.
No tiene caso cambiarle nombre al Ivec; lo que hace falta es darle recursos para que pueda realizar más actividades culturales y cumplir con su mision.
La Jornada. abril 26, 2019

Noticias de la UAM

Hace unos días le pregunté a un colega que trabaja en la UAM si creía que la huelga que paralizó a esa institución había valido la pena, y me contestó:
La universidad estuvo secuestrada por el sindicato (SITUAM) durante tres meses, y tuvo como rehenes a 58 mil estudiantes y más de tres mil académicos.
El SITUAM es un sindicato rabiosamente anti-académico, pero conserva la titularidad del contrato colectivo de todos los trabajadores de la universidad. En la huelga de 2008 se creó un sindicato del personal académico (SPAUAM), pero al terminar la huelga todos los académicos se olvidaron de afiliarse. La huelga de 2019 fue consecuencia de esta indolencia.
En la UAM (y en todas las universidades públicas del país, incluyendo la UNAM) no hay jubilación digna para los académicos, pues se pierden las becas y estímulos cuando te jubilas, ya que no forman parte del salario. Eso significa, en mi caso, perder el 72% de mis ingresos. Yo tenía que haberme jubilado hace 5 años. El promedio de edad de los académicos en la UAM es de 57 años y sigue subiendo. Desde 1989 (cuando se crearon las becas y estímulos) no se ha abierto ninguna plaza para profesores de tiempo completo en la universidad. Cuando un profesor fallece, su plaza se divide en varias plazas de outsourcing (subcontratación) para Tiempo Parcial y Medio Tiempo, con salarios que corresponden al diez o veinte por ciento de una plaza de tiempo completo, aunque sean profesores que cuentan con doctorado, y que podrían ocupar una plaza de tiempo completo.
Pero lo terrible es que en la UAM, gracias a este sindicato, hay dos empleados administrativos (es decir, secretarias, trabajadores de limpieza, etc.) por cada académico, mientras que en la UNAM hay dos académicos por cada administrativo... Es decir que hay un exceso de 4,500 de los 6,000 trabajadores no académicos de la UAM, pues su trabajo es innecesario y sólo significa un enorme negocio para el sindicato.
Por suerte, hace unos días el senado aprobó la nueva Ley Federal del Trabajo. Si esta Ley se aplica al SITUAM, éste debe ser declarado como un sindicato fuera de la ley, ya que su método de votación se opone al voto universal y secreto. El sindicato tendrá que ser sometido a un Tribunal Sindical Trinacional, ser declarado como ilegal y desaparecer. Además, en los próximos meses se organizará un Congreso Universitario en la UAM para replantear la universidad, incluyendo su vida sindical.
Y eso es lo que me escribió.
La Jornada. mayo 15,2019

Una iniciativa de Ley Organica… de risa.

La iniciativa de Ley orgánica de la UV que se ha enviado a la legislatura me parece poco clara, pues no veo, por ejemplo, quién debe elaborar el presupuesto.
La ley orgánica de la Unam establece que le corresponde al Patronato de esa institución:
Formular el presupuesto general anual de ingresos y egresos, así como las modificaciones que haya que introducir durante cada ejercicio, oyendo para ello a la Comisión de Presupuestos del Consejo y al Rector. El presupuesto deberá ser aprobado por el Consejo Universitario.
Más claro ni el agua, pero en la iniciativa que ya se le envió a los diputados no encuentro nada que tenga esa precisión.
Por ejemplo, en el Artículo 12, la Comisión de Vigilancia Financiera y Control Patrimonial del Consejo Universitario General se designa "Para supervisar la administración del patrimonio y del presupuesto de la Universidad ", pero no dice que esa comisión sea la encargada de formular el presupuesto anual.
En cuanto a la Comisión de Presupuestos, tiene atribuciones para "Dictaminar sobre el proyecto de presupuesto de ingreso y egreso, en los términos de la reglamentación correspondiente" y también para "Conocer y aprobar, en su caso, las modificaciones al presupuesto de ingreso y egreso realizadas por el Rector, durante el año en ejercicio", pero tampoco veo que le corresponda elaborar ese presupuesto.
El rector tiene, entre otras atribuciones, la "Someter a la aprobación del Consejo Universitario General el proyecto de presupuesto anual de ingresos y egresos de la Universidad Veracruzana", pero no se aclara quién es el responsable de elaborar el proyecto de presupuesto mencionado.
Es cierto que también se le asigna la tarea de ""Planear, organizar, dirigir y controlar las actividades realizadas por la Universidad Veracruzana para el logro de las funciones sustantivas establecidas en esta Ley", lo cual incluye seguramente elaborar el presupuesto, pero esto no es explícito.
Imaginemos una reunión de la Comisión de Presupuestos o de la de Vigilancia Financiera para "Dictaminar" sobre el proyecto de presupuesto o para "Supervisar la administración del mismo", según el caso, pero en la cual de pronto se descubre que nadie tiene el famoso presupuesto, pues esta iniciativa de ley no estipula quién debe elaborarlo.
Tuve que llamar a la Secretaría de Administración y Finanzas para averiguar que una dependencia, la Dirección de presupuestos, es la que se encarga de hecho de integrar el presupuesto anual de la universidad .
La falta de claridad de la iniciativa de ley orgánica que ya se envió a los diputados procede de la ley todavía vigente, que es la que tenían presente quienes elaboraron la iniciativa; si le hubieran echado un ojo a la ley orgánica de la Unam, se hubieran dado cuenta de que algo faltaba. Por eso este detalle es revelador. La comisión que elaboró el anteproyecto no se tomó la molestia de ver la ley orgánica de la Unam. La iniciativa por eso es muy chambona.

La Jornada. mayo 28, 2019